viernes, 9 de noviembre de 2018

Asimismo les dejamos con le Prólogo de "La Lujuria", un libro lleno de intriga, amor, odio muerte y traición entrelazada con fidelidad, que nos hará introducirnos en los agujeros más tenebrosos de la España antigua y de nuetsros días. En definitiva, un libro que no puede faltar en la biblioteca de ningún lector que le guste la hsitoria narrada a través de personajes carismáticos a la par que controvertidos.





Sólo de una persona con un alma grande y una pluma extraordinaria puede salir una obra magna: nadie da lo que no tiene. María Gracia, autora de esta novela, La Lujuria, es una mujer con un alma grande, los que la conocen lo saben. Su pluma, su forma de escribir se sale de lo normal adquiriendo un carácter excepcional en un vuelo de altura por aires de naturalismo sereno; aterrizando en una gran pentalogía, de la que La Lujuria es su cuarta obra.

Es una creación realista con marcada resonancia naturalista, en el que las formas del determinismo materialista, búsqueda de las causas de un fenómeno en la herencia genética y el medio ambiente, que le da al ser humano la potestad de obrar con reflexión y elección, la posibilidad de elegir entre el bien y el mal y con el que la escritora María Gracia ilumina su obra literaria, digna de ser leída.

La cantidad y diversidad de sus personajes, que entran y salen de las páginas de la obra en el momento oportuno y durante el tiempo justo para dejarnos toda la esencia de sus apasionantes vidas; de unas vidas que reflejan las miserias y la grandeza de los seres humanos y que son presentadas y coordinadas con suma maestría por la escritora.

María Gracia, mujer de intensa vida y de una profunda intuición, cala en el alma de los seres humanos; los observa con sobrada maestría, los desnuda y, son su espléndida pluma e innata inteligencia, los retrata en sus novelas, mostrándonos sus esencias: aquello que tienen de barro y aquello que tienen de Dios.

La lectura de esta novela; La Lujuria, y las que junto a ella, van conformando la pentalogía Remembranzas, producen el efecto de lo visto y lo vivido por la autora, de todo aquello que nos cuenta en sus páginas; acercando al lector a los personajes de la misma, hasta el punto de llegar a sentir el latido de sus corazones y vibrar, al unísono, en una aventura ilusionada por los caminos de la vida, tal es así, que engancha al lector de principio a fin, haciéndole participe de la historia; una historia que lejos de decaer, va en aumento en cada uno de sus párrafos.

Muerte, vida, pasión, amor, odio, intriga, un conglomerado que atrapa, hasta el extremo de no poder dejar la lectura.

Poéticamente hablando, podemos decir que La Lujuria, es cual pétalo de rosa; un pétalo de una rosa genuina, silvestre, salvaje, que brota en el campo de la inmortalidad, desplegando al sol, que enamora a quién la contempla; y que éste sabe guardar como un hermoso tesoro.

Partiendo de la base, que María Gracia, es una escritora que embelesa en cada una de sus palabras. Una escritora de raza que sabe, con su astucia dejarnos en ascuas a la espera de su próxima inspiración.



                                                        DANIEL DE JUAN 









Queridos lectores, tras la nueva presentación de la cuarta entrega de la Pentalogía REMEMBRANZAS de María Gracia con el título: "La lujuria", que se realizó en la libreria Lé el pasado 4 de octubre de 2018 en Madrid, les dejamos con la miel en los labios tras transcribir la presentación realizada por un crítico especializado en la obra de esta genuina escritora.




Estimados Sres. Y Sras:

Vengo a ésta presentación invitado personalmente por Maria Gracia. Debo confesar que mi primera reacción fue de sorpresa inesperada. Para luego dar a una enorme gratitud.

He seguido la carrera literaria de ésta escritura desde sus comienzos, allá por el año 2004. Centrándose en su narrativa, una de las cosas, vista la evolución de María Gracia a lo largo de los años, es su desmesurada imaginación para abarcar todo tipo de temas en sus novelas, formas de desarrollar su imaginación ( difícil de contener incluso para ella misma, habida cuenta de su torrente creativo, muchas veces incontrolable ,y compulsivo por momentos); y sobre todo , la caracterización y sutil penetración psicológica sobre sus personajes. Todo esto sin mencionar lo variopinto de su elección de los mismos, también muchas veces polos opuestos entre sí, sin dejar por ello de causar asombro.

Delimitando lo inabarcable  de su obra- por de pronto no menos de 6 novelas publicadas- a su obra magna: LA PENTALOGÍA “ REMEMBRANZAS”. Y su cuarta parte, llamada con mucho acierto, “ LA LUJURIA”, que es la que nos ocupa.

Para empezar, una breve alusión al título. No se puede ser , por imperativo y dicho llanamente, corto de miras para imaginar el contenido a través del mencionado. Esto es así por que la obra excede, y con mucho, el significado literal del título. Cierto es que será una parte  muy relevante del libro, pero no por ello dejará de constituir un trampolín, un medio para llegar a unos fines que resultan del todo punto impredecibles. Un acierto más de la escritora.

Retomando una breve descripción  de lo que es el contenido mollar del manuscrito, intentaré resumir en varios puntos -palabras que definen mucho en muy poco, y harto difícil de hacer, debido a  la enorme densidad y profundidad del libro-.

PRIMERO.- A mi juicio, y meramente por gustos personales, elegiría EL CONTRASTE continuo en los aspectos psicológicos de sus personajes. Ésta confrontación- rasgo característico de los grandes artistas-  proporciona una riqueza y  variedad, de tal calibre, que se puede decir, con cierta clave de humor, que todos encontraremos alguna descripción con la que identificarnos ( tanto a nivel personal como interpersonal  , social… bueno,  y de  todas las relaciones imaginables.) Poniendo una nota de humor, lo diré, excepto que  por un detalle, digamos a nivel económico, en la que son muy pocos los identificables)

SEGUNDO.- ¿ Que pretende María Gracia?. ¿ A dónde nos lleva con su hilo argumental?. La respuesta es muy sencilla: La escritora, quizá de un modo inconsciente, o no, tiende a recrear un  mundo propio, pero en la que cabe refugio en que cobijarse a todo lector que se preste a seguir su obra. Éste, de nuevo característico de los artistas privilegiados, le proporciona una valía incalculable. Es como que si al leer “La Lujuria”, se nos dejara participar y vivir en primera persona, como si nosotros entraramos en la dinámica envolvente de su ritmo y melodía, envuelta en los avatares, de donde se pudiera sacar siempre virtudes con las que se nos haga más llevadero nuestro pasar por la vida ( incluso a sensu contrario).

TERCERO.- El dominio de la perspectiva, no ya de “La Lujuria” sino de toda la Pentalogía en que está inscrita, es asombroso. A parte de estar circunscrito en todo un siglo, uno, un crítico, no puede menos que deslumbrarse de cómo, entre tanta vorágine, todos los lugares, circunstancias-personales e históricas-, sentimientos y personajes, etc, es llevada, como digo, con una naturalidad que parece- digo parece , por que son incontables las horas de trabajo que hay detrás- inconcebible.

CUARTO.- Siempre he pensado que una obra maestra en Arte es aquella de la cual nunca dejamos de aprender, y es fuente de contemplación de su belleza, intrínseca a la Literatura. Dicho llanamente, nunca te cansas de ella, y de acudir  una y otra vez a la misma. Siempre hay un matiz, en ésta novela hay infinidad de ellos, que no deja de sorprendernos. A su vez, se puede acudir a “La lujuria” desde múltiples ángulos. Y estoy convencido, asimismo,  que en esto reside parte de su grandeza. No será lo mismo leerla a cierta edad u otra, obteniéndose diferentes reacciones.

QUINTO.-Es cierto que hay que tener mucha experiencia o dones para sacar el máximo provecho a “La lujuria”. Pero también puede hacerse la lectura inversa, es decir, hay que mucho que aprender de ella.


SEXTO.- María Gracia se recrea, no como un crítico de un medio reputado manifestó, en las desgracias o linchamiento de sus personajes. Creo que donde realmente se recrea la escritora lo es en sus virtudes. Incluso pese a los personajes, a veces malignos, casi diabólicos diría yo, tienen algo que enganchan, que atrapan al lector, sobrecogiéndolo  y casi esperando en una REDENCIÓN a sus decisiones tomadas, que PARECE – digo parece- preferirían no haber tomado, pero que de por sí genera unas consecuencias catastróficas, tanto en su vida como de las que les rodea, inevitablemente.


SÉPTIMO.- Otra de las características, raras de encontrar en el panorama literario, es el uso que María Gracia hace del concepto “tiempo”. Está controlado con una precisión matemática. Todo parece estar en su sitio. No hace falta ni quitar ni poner nada más de lo ya escrito ( se ve que los 6 años dedicado a éste manuscrito han sido muy provechosos).

Ya para concluir, comentaré una pequeña anécdota sobre la respuesta a una pregunta  que le hice a  María:
-         María,  si tuvieras que reescribir de nuevo ésta novela, ¿cual sería se resultado?.
-         Me respondió, lisa y llanamente, que sería del todo punto incapaz de reescribirla, ni igual, ni siquiera de un modo parecido.

Ahí queda eso.

Te deseo, querida María, que tus expectativas queden cumplidas, o cuanto menos, recompensadas.

Y sabes, además, que cuentas con el apoyo del mundillo literario de Madrid, tu ciudad de acogida.