Queridos lectores, tras la nueva presentación de la cuarta entrega de la Pentalogía REMEMBRANZAS de María Gracia con el título: "La lujuria", que se realizó en la libreria Lé el pasado 4 de octubre de 2018 en Madrid, les dejamos con la miel en los labios tras transcribir la presentación realizada por un crítico especializado en la obra de esta genuina escritora.
Estimados Sres. Y Sras:
Vengo a ésta presentación invitado personalmente por Maria
Gracia. Debo confesar que mi primera reacción fue de sorpresa inesperada. Para
luego dar a una enorme gratitud.
He seguido la carrera literaria de ésta escritura desde sus
comienzos, allá por el año 2004. Centrándose en su narrativa, una de las cosas,
vista la evolución de María Gracia a lo largo de los años, es su desmesurada
imaginación para abarcar todo tipo de temas en sus novelas, formas de
desarrollar su imaginación ( difícil de contener incluso para ella misma,
habida cuenta de su torrente creativo, muchas veces incontrolable ,y compulsivo
por momentos); y sobre todo , la caracterización y sutil penetración
psicológica sobre sus personajes. Todo esto sin mencionar lo variopinto de su
elección de los mismos, también muchas veces polos opuestos entre sí, sin dejar
por ello de causar asombro.
Delimitando lo inabarcable
de su obra- por de pronto no menos de 6 novelas publicadas- a su obra
magna: LA PENTALOGÍA “ REMEMBRANZAS”. Y su cuarta parte, llamada con mucho
acierto, “ LA LUJURIA”, que es la que nos ocupa.
Para empezar, una breve alusión al título. No se puede ser ,
por imperativo y dicho llanamente, corto de miras para imaginar el contenido a
través del mencionado. Esto es así por que la obra excede, y con mucho, el
significado literal del título. Cierto es que será una parte muy relevante del libro, pero no por ello
dejará de constituir un trampolín, un medio para llegar a unos fines que
resultan del todo punto impredecibles. Un acierto más de la escritora.
Retomando una breve descripción de lo que es el contenido mollar del
manuscrito, intentaré resumir en varios puntos -palabras que definen mucho en
muy poco, y harto difícil de hacer, debido a la enorme densidad y profundidad del libro-.
PRIMERO.- A mi juicio, y meramente por gustos personales,
elegiría EL CONTRASTE continuo en los aspectos psicológicos de sus personajes.
Ésta confrontación- rasgo característico de los grandes artistas- proporciona una riqueza y variedad, de tal calibre, que se puede decir,
con cierta clave de humor, que todos encontraremos alguna descripción con la
que identificarnos ( tanto a nivel personal como interpersonal , social… bueno, y de
todas las relaciones imaginables.) Poniendo una nota de humor, lo diré,
excepto que por un detalle, digamos a
nivel económico, en la que son muy pocos los identificables)
SEGUNDO.- ¿ Que pretende María Gracia?. ¿ A dónde nos lleva
con su hilo argumental?. La respuesta es muy sencilla: La escritora, quizá de
un modo inconsciente, o no, tiende a recrear un mundo propio, pero en la que cabe refugio en
que cobijarse a todo lector que se preste a seguir su obra. Éste, de nuevo
característico de los artistas privilegiados, le proporciona una valía
incalculable. Es como que si al leer “La Lujuria”, se nos dejara participar y
vivir en primera persona, como si nosotros entraramos en la dinámica envolvente
de su ritmo y melodía, envuelta en los avatares, de donde se pudiera sacar
siempre virtudes con las que se nos haga más llevadero nuestro pasar por la
vida ( incluso a sensu contrario).
TERCERO.- El dominio de la perspectiva, no ya de “La
Lujuria” sino de toda la Pentalogía en que está inscrita, es asombroso. A parte
de estar circunscrito en todo un siglo, uno, un crítico, no puede menos que
deslumbrarse de cómo, entre tanta vorágine, todos los lugares,
circunstancias-personales e históricas-, sentimientos y personajes, etc, es
llevada, como digo, con una naturalidad que parece- digo parece , por que son
incontables las horas de trabajo que hay detrás- inconcebible.
CUARTO.- Siempre he pensado que una obra maestra en Arte es
aquella de la cual nunca dejamos de aprender, y es fuente de contemplación de
su belleza, intrínseca a la Literatura. Dicho llanamente, nunca te cansas de
ella, y de acudir una y otra vez a la
misma. Siempre hay un matiz, en ésta novela hay infinidad de ellos, que no deja
de sorprendernos. A su vez, se puede acudir a “La lujuria” desde múltiples
ángulos. Y estoy convencido, asimismo,
que en esto reside parte de su grandeza. No será lo mismo leerla a
cierta edad u otra, obteniéndose diferentes reacciones.
QUINTO.-Es cierto que hay que tener mucha experiencia o
dones para sacar el máximo provecho a “La lujuria”. Pero también puede hacerse
la lectura inversa, es decir, hay que mucho que aprender de ella.
SEXTO.- María Gracia se recrea, no como un crítico de un
medio reputado manifestó, en las desgracias o linchamiento de sus personajes.
Creo que donde realmente se recrea la escritora lo es en sus virtudes. Incluso
pese a los personajes, a veces malignos, casi diabólicos diría yo, tienen algo
que enganchan, que atrapan al lector, sobrecogiéndolo y casi esperando en una REDENCIÓN a sus
decisiones tomadas, que PARECE – digo parece- preferirían no haber tomado, pero
que de por sí genera unas consecuencias catastróficas, tanto en su vida como de
las que les rodea, inevitablemente.
SÉPTIMO.- Otra de las características, raras de encontrar en
el panorama literario, es el uso que María Gracia hace del concepto “tiempo”.
Está controlado con una precisión matemática. Todo parece estar en su sitio. No
hace falta ni quitar ni poner nada más de lo ya escrito ( se ve que los 6 años
dedicado a éste manuscrito han sido muy provechosos).
Ya para concluir, comentaré una pequeña anécdota sobre la
respuesta a una pregunta que le hice
a María:
-
María,
si tuvieras que reescribir de nuevo ésta
novela, ¿cual sería se resultado?.
-
Me
respondió, lisa y llanamente, que sería del todo punto incapaz de reescribirla,
ni igual, ni siquiera de un modo parecido.
Ahí queda eso.
Te deseo, querida María, que tus expectativas queden cumplidas,
o cuanto menos, recompensadas.
Y sabes, además, que cuentas con el apoyo del mundillo
literario de Madrid, tu ciudad de acogida.