Sólo de una persona con un alma
grande y una pluma extraordinaria puede salir una obra magna: nadie da lo que
no tiene. María Gracia, autora de esta novela, La Lujuria, es una mujer con un alma
grande, los que la conocen lo saben. Su pluma, su forma de escribir se sale de
lo normal adquiriendo un carácter excepcional en un vuelo de altura por aires
de naturalismo sereno; aterrizando en una gran pentalogía, de la que La Lujuria
es su cuarta obra.
Es una creación realista con
marcada resonancia naturalista, en el que las formas del determinismo
materialista, búsqueda de las causas de un fenómeno en la herencia genética y
el medio ambiente, que le da al ser humano la potestad de obrar con reflexión y
elección, la posibilidad de elegir entre el bien y el mal y con el que la
escritora María Gracia ilumina su obra literaria, digna de ser leída.
La cantidad y diversidad de sus
personajes, que entran y salen de las páginas de la obra en el momento oportuno
y durante el tiempo justo para dejarnos toda la esencia de sus apasionantes
vidas; de unas vidas que reflejan las miserias y la grandeza de los seres
humanos y que son presentadas y coordinadas con suma maestría por la escritora.
María Gracia, mujer de intensa
vida y de una profunda intuición, cala en el alma de los seres humanos; los
observa con sobrada maestría, los desnuda y, son su espléndida pluma e innata
inteligencia, los retrata en sus novelas, mostrándonos sus esencias: aquello
que tienen de barro y aquello que tienen de Dios.
La lectura de esta novela; La Lujuria,
y las que junto a ella, van conformando la pentalogía Remembranzas, producen el efecto de lo visto y lo vivido por la
autora, de todo aquello que nos cuenta en sus páginas; acercando al lector a
los personajes de la misma, hasta el punto de llegar a sentir el latido de sus
corazones y vibrar, al unísono, en una aventura ilusionada por los caminos de
la vida, tal es así, que engancha al lector de principio a fin, haciéndole
participe de la historia; una historia que lejos de decaer, va en aumento en
cada uno de sus párrafos.
Muerte, vida, pasión, amor, odio,
intriga, un conglomerado que atrapa, hasta el extremo de no poder dejar la
lectura.
Poéticamente hablando, podemos
decir que La Lujuria, es cual pétalo de rosa; un pétalo de una rosa genuina,
silvestre, salvaje, que brota en el campo de la inmortalidad, desplegando al
sol, que enamora a quién la contempla; y que éste sabe guardar como un hermoso
tesoro.
Partiendo de la base, que María
Gracia, es una escritora que embelesa en cada una de sus palabras. Una
escritora de raza que sabe, con su astucia dejarnos en ascuas a la espera de su
próxima inspiración.
DANIEL DE JUAN
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