lunes, 1 de abril de 2019
viernes, 9 de noviembre de 2018
Asimismo les dejamos con le Prólogo de "La Lujuria", un libro lleno de intriga, amor, odio muerte y traición entrelazada con fidelidad, que nos hará introducirnos en los agujeros más tenebrosos de la España antigua y de nuetsros días. En definitiva, un libro que no puede faltar en la biblioteca de ningún lector que le guste la hsitoria narrada a través de personajes carismáticos a la par que controvertidos.
Sólo de una persona con un alma
grande y una pluma extraordinaria puede salir una obra magna: nadie da lo que
no tiene. María Gracia, autora de esta novela, La Lujuria, es una mujer con un alma
grande, los que la conocen lo saben. Su pluma, su forma de escribir se sale de
lo normal adquiriendo un carácter excepcional en un vuelo de altura por aires
de naturalismo sereno; aterrizando en una gran pentalogía, de la que La Lujuria
es su cuarta obra.
Es una creación realista con
marcada resonancia naturalista, en el que las formas del determinismo
materialista, búsqueda de las causas de un fenómeno en la herencia genética y
el medio ambiente, que le da al ser humano la potestad de obrar con reflexión y
elección, la posibilidad de elegir entre el bien y el mal y con el que la
escritora María Gracia ilumina su obra literaria, digna de ser leída.
La cantidad y diversidad de sus
personajes, que entran y salen de las páginas de la obra en el momento oportuno
y durante el tiempo justo para dejarnos toda la esencia de sus apasionantes
vidas; de unas vidas que reflejan las miserias y la grandeza de los seres
humanos y que son presentadas y coordinadas con suma maestría por la escritora.
María Gracia, mujer de intensa
vida y de una profunda intuición, cala en el alma de los seres humanos; los
observa con sobrada maestría, los desnuda y, son su espléndida pluma e innata
inteligencia, los retrata en sus novelas, mostrándonos sus esencias: aquello
que tienen de barro y aquello que tienen de Dios.
La lectura de esta novela; La Lujuria,
y las que junto a ella, van conformando la pentalogía Remembranzas, producen el efecto de lo visto y lo vivido por la
autora, de todo aquello que nos cuenta en sus páginas; acercando al lector a
los personajes de la misma, hasta el punto de llegar a sentir el latido de sus
corazones y vibrar, al unísono, en una aventura ilusionada por los caminos de
la vida, tal es así, que engancha al lector de principio a fin, haciéndole
participe de la historia; una historia que lejos de decaer, va en aumento en
cada uno de sus párrafos.
Muerte, vida, pasión, amor, odio,
intriga, un conglomerado que atrapa, hasta el extremo de no poder dejar la
lectura.
Poéticamente hablando, podemos
decir que La Lujuria, es cual pétalo de rosa; un pétalo de una rosa genuina,
silvestre, salvaje, que brota en el campo de la inmortalidad, desplegando al
sol, que enamora a quién la contempla; y que éste sabe guardar como un hermoso
tesoro.
Partiendo de la base, que María
Gracia, es una escritora que embelesa en cada una de sus palabras. Una
escritora de raza que sabe, con su astucia dejarnos en ascuas a la espera de su
próxima inspiración.
DANIEL DE JUAN
Queridos lectores, tras la nueva presentación de la cuarta entrega de la Pentalogía REMEMBRANZAS de María Gracia con el título: "La lujuria", que se realizó en la libreria Lé el pasado 4 de octubre de 2018 en Madrid, les dejamos con la miel en los labios tras transcribir la presentación realizada por un crítico especializado en la obra de esta genuina escritora.
Estimados Sres. Y Sras:
Vengo a ésta presentación invitado personalmente por Maria
Gracia. Debo confesar que mi primera reacción fue de sorpresa inesperada. Para
luego dar a una enorme gratitud.
He seguido la carrera literaria de ésta escritura desde sus
comienzos, allá por el año 2004. Centrándose en su narrativa, una de las cosas,
vista la evolución de María Gracia a lo largo de los años, es su desmesurada
imaginación para abarcar todo tipo de temas en sus novelas, formas de
desarrollar su imaginación ( difícil de contener incluso para ella misma,
habida cuenta de su torrente creativo, muchas veces incontrolable ,y compulsivo
por momentos); y sobre todo , la caracterización y sutil penetración
psicológica sobre sus personajes. Todo esto sin mencionar lo variopinto de su
elección de los mismos, también muchas veces polos opuestos entre sí, sin dejar
por ello de causar asombro.
Delimitando lo inabarcable
de su obra- por de pronto no menos de 6 novelas publicadas- a su obra
magna: LA PENTALOGÍA “ REMEMBRANZAS”. Y su cuarta parte, llamada con mucho
acierto, “ LA LUJURIA”, que es la que nos ocupa.
Para empezar, una breve alusión al título. No se puede ser ,
por imperativo y dicho llanamente, corto de miras para imaginar el contenido a
través del mencionado. Esto es así por que la obra excede, y con mucho, el
significado literal del título. Cierto es que será una parte muy relevante del libro, pero no por ello
dejará de constituir un trampolín, un medio para llegar a unos fines que
resultan del todo punto impredecibles. Un acierto más de la escritora.
Retomando una breve descripción de lo que es el contenido mollar del
manuscrito, intentaré resumir en varios puntos -palabras que definen mucho en
muy poco, y harto difícil de hacer, debido a la enorme densidad y profundidad del libro-.
PRIMERO.- A mi juicio, y meramente por gustos personales,
elegiría EL CONTRASTE continuo en los aspectos psicológicos de sus personajes.
Ésta confrontación- rasgo característico de los grandes artistas- proporciona una riqueza y variedad, de tal calibre, que se puede decir,
con cierta clave de humor, que todos encontraremos alguna descripción con la
que identificarnos ( tanto a nivel personal como interpersonal , social… bueno, y de
todas las relaciones imaginables.) Poniendo una nota de humor, lo diré,
excepto que por un detalle, digamos a
nivel económico, en la que son muy pocos los identificables)
SEGUNDO.- ¿ Que pretende María Gracia?. ¿ A dónde nos lleva
con su hilo argumental?. La respuesta es muy sencilla: La escritora, quizá de
un modo inconsciente, o no, tiende a recrear un mundo propio, pero en la que cabe refugio en
que cobijarse a todo lector que se preste a seguir su obra. Éste, de nuevo
característico de los artistas privilegiados, le proporciona una valía
incalculable. Es como que si al leer “La Lujuria”, se nos dejara participar y
vivir en primera persona, como si nosotros entraramos en la dinámica envolvente
de su ritmo y melodía, envuelta en los avatares, de donde se pudiera sacar
siempre virtudes con las que se nos haga más llevadero nuestro pasar por la
vida ( incluso a sensu contrario).
TERCERO.- El dominio de la perspectiva, no ya de “La
Lujuria” sino de toda la Pentalogía en que está inscrita, es asombroso. A parte
de estar circunscrito en todo un siglo, uno, un crítico, no puede menos que
deslumbrarse de cómo, entre tanta vorágine, todos los lugares,
circunstancias-personales e históricas-, sentimientos y personajes, etc, es
llevada, como digo, con una naturalidad que parece- digo parece , por que son
incontables las horas de trabajo que hay detrás- inconcebible.
CUARTO.- Siempre he pensado que una obra maestra en Arte es
aquella de la cual nunca dejamos de aprender, y es fuente de contemplación de
su belleza, intrínseca a la Literatura. Dicho llanamente, nunca te cansas de
ella, y de acudir una y otra vez a la
misma. Siempre hay un matiz, en ésta novela hay infinidad de ellos, que no deja
de sorprendernos. A su vez, se puede acudir a “La lujuria” desde múltiples
ángulos. Y estoy convencido, asimismo,
que en esto reside parte de su grandeza. No será lo mismo leerla a
cierta edad u otra, obteniéndose diferentes reacciones.
QUINTO.-Es cierto que hay que tener mucha experiencia o
dones para sacar el máximo provecho a “La lujuria”. Pero también puede hacerse
la lectura inversa, es decir, hay que mucho que aprender de ella.
SEXTO.- María Gracia se recrea, no como un crítico de un
medio reputado manifestó, en las desgracias o linchamiento de sus personajes.
Creo que donde realmente se recrea la escritora lo es en sus virtudes. Incluso
pese a los personajes, a veces malignos, casi diabólicos diría yo, tienen algo
que enganchan, que atrapan al lector, sobrecogiéndolo y casi esperando en una REDENCIÓN a sus
decisiones tomadas, que PARECE – digo parece- preferirían no haber tomado, pero
que de por sí genera unas consecuencias catastróficas, tanto en su vida como de
las que les rodea, inevitablemente.
SÉPTIMO.- Otra de las características, raras de encontrar en
el panorama literario, es el uso que María Gracia hace del concepto “tiempo”.
Está controlado con una precisión matemática. Todo parece estar en su sitio. No
hace falta ni quitar ni poner nada más de lo ya escrito ( se ve que los 6 años
dedicado a éste manuscrito han sido muy provechosos).
Ya para concluir, comentaré una pequeña anécdota sobre la
respuesta a una pregunta que le hice
a María:
-
María,
si tuvieras que reescribir de nuevo ésta
novela, ¿cual sería se resultado?.
-
Me
respondió, lisa y llanamente, que sería del todo punto incapaz de reescribirla,
ni igual, ni siquiera de un modo parecido.
Ahí queda eso.
Te deseo, querida María, que tus expectativas queden cumplidas,
o cuanto menos, recompensadas.
Y sabes, además, que cuentas con el apoyo del mundillo
literario de Madrid, tu ciudad de acogida.
viernes, 25 de julio de 2014
Presentacion de La Conspiracion del 23 F
PRESENTACIÓN
DEL LIBRO “LA CONSPIRACIÓN DEL 23-F”,
DE MARÍA
GRACIA
(POR:
MANUEL CAMACHO)
Escribir es compartir un sueño.
Queridos amigos: ¡Buenas tardes!; con aromas de
madreselvas.Quiero, en primer lugar, manifestar mi gratitud a María Gracia por la merced de pensar en mí para escribir el prólogo de esta gran obra, de esta magnífica novela, La conspiración del 23-F, y de invitarme a que participe, como padrino, en la ceremonia de presentación en sociedad de su nueva hija de palabras que, en esta ocasión, se viste de tinta y papel (podría hacerlo de electrones y silicio o germanio o, con traje futurista, de electrones y grafeno) para acudir a su fiesta de Puesta de largo, con el deseo de sorprender a todos aquellos que se paseen por los senderos mágicos de sus páginas; hago extensiva mi gratitud al editor de la novela, nuestro entrañable amigo Basilio. Así mismo, quiero agradeceros a todos los presentes en este acto, visibles e invisibles, el calor y el aliento de vuestra presencia.
Como puede leerse en las primeras líneas del prólogo de La conspiración del 23-F, y cito: “Solo de una persona con un alma grande y una pluma extraordinaria puede salir una obra espléndida: nadie da lo que no tiene...”; fin de la cita. Y un alma grande, queridos amigos, sólo cabe en una gran persona. Así pues, hablaremos de la persona, de la escritora y de la obra que hoy se presenta:
LA PERSONA
María Gracia es una persona con alma grande, un ser virtuoso; la grandeza de su alma no se supone, está demostrada; los que la conocemos lo sabemos. La vida no se lo ha puesto fácil:
Dios pone muchas dificultades en
el camino de la gente virtuosa, porque quiere que la estrella de estos seres de
luz brille en el cielo con todo su esplendor.
Son muchas las adversidades en las que se ha encontrado, y de todas ha
salido actuando con valor, con coraje, con dignidad, con generosidad...; con
amor. Creo que la Madre Teresa de Calcuta pensaba en personas como María Gracia
cuando, durante una noche de tormenta, en la colonia de leprosos de un pueblo
indio, a orillas del Ganges, escribió el hermoso texto, que, con vuestro
permiso, y por la sublime belleza del mismo, leeré completo, dice así:
La vida es una oportunidad, aprovéchala.
La vida es belleza, admírala.
La vida es beatitud, saboréala.
La vida es un sueño, hazlo realidad.
La vida es un reto, afróntalo.
La vida es un deber, cúmplelo.
La vida es un juego, juégalo.
La vida es preciosa, cuídala.
La vida es riqueza, consérvala.
La vida es amor, gózala
La vida es un misterio, desvélalo.
La vida es promesa, cúmplela.
La vida es tristeza, supérala.
La vida es un himno, cántalo.
La vida es un combate, acéptalo.
La vida es una tragedia, doméñala.
La vida es una aventura, arróstrala.
La vida es felicidad, merécela.
La vida es la vida, defiéndela.
Fin del texto.
La
persona virtuosa no se lamenta de las contrariedades; intenta sacar, de todas
ellas, una enseñanza.
LA
ESCRITORA
María Gracia es una escritora
extraordinaria; la naturaleza la ha dotado de unas facultades especiales para
la literatura, que ella ha cultivado con esmero: una alta sensibilidad, un gran
poder de observación, una enorme memoria, una fabulosa intuición... Goza de una
especial empatía que le lleva a ponerse en el lugar de los seres humanos que
observa o imagina y a sentir plenamente sus vibraciones o emociones para
después, de manera mágica, comunicarlas a su obra: eso se llama aptitud
artística.Estudió farmacia; pero ella no nació para ser farmacéutica, nació para ser escritora, una escritora extraordinaria, y ha sido fiel a su destino; ama la escritura y vive ese amor con total entrega, pasión y regocijo. La escritura no es para ella un trabajo ni una misión; es una vocación artística, es decir: un trabajo hermoso y bello que colabora en la transformación positiva del mundo y que permite la expresión de los dones y valores de la persona en beneficio de los demás.
Bastaría con añadir a lo manifestado en los puntos anteriores esa interesante sentencia que dice: “Un buen libro siempre es mejor que la persona que lo escribe”, y que La conspiración del 23-F es una espléndida novela, para expresar la grandeza de la misma y la de todas las obras de su autora.
Los
que siembran bondades y las cultivan con amor cosechan excelencias.
Ahora
bien, quiero ser más explícito y hacer mención a algunos de los méritos o
bondades que distinguen la novela que hoy presentamos; tales como: El carácter propio de la novela: genuino, transparente, ameno, interesante, vigoroso...
La riqueza del léxico y la gran sensibilidad de la autora por el lenguaje vivo y popular, en tono cervantino; una opinión muy generalizada atribuye una influencia muy considerable en el éxito y belleza de la sublime obra de Cervantes, Don Quijote de la Mancha, a la expresión de este tipo de lenguaje en boca de Sancho Panza.
La cantidad y diversidad de sus personajes, que entran y salen de las páginas de la obra en el momento oportuno y durante el tiempo justo para dejarnos toda la esencia de sus apasionantes vidas; y permanecen en la mente del lector sin dejar espacio para las sombras. Es en este punto donde encuentro a la extraordinaria escritora y a su espléndida obra: si comparamos analógicamente la novela, como género literario, con un tren, el tren de la imaginación, vemos que la novela en general consiste en un viaje en tren; en un tren que se desplaza por unos determinados lugares en un periodo de tiempo concreto; durante el viaje, el tren va parando en las estaciones de su recorrido, estaciones en las que se suben nuevos personajes que se integran en la historia, y se bajan otros que participaron en la misma y de los que ya nada más se supo, simplemente desaparecen de la novela. En las obras de María Gracia todo ocurre de forma similar, solo que los personajes son muchos y muy diversos y nadie se baja del tren, ninguno desaparece (ni tan siquiera los muertos), permanecen en la mente del lector durante todo el viaje; aquellos que en un determinado momento no están en escena descansan en su compartimento, perfectamente localizados, dando testimonio de su existencia. Esto supone un nuevo concepto dentro de los relatos largos, el concepto fotográfico: el de una imagen tomada con una cámara de gran angular, más allá del ojo de pez, que abarca todo el recorrido de nuestro imaginario tren; y que da lugar, para mi entender, a la creación de un nuevo género literario, el relato mágico, la novela-cuento: un relato largo donde lo inmenso se mide y la medida es inmensa; pura magia o quizás misterio; el secreto está en la trama, que es el elemento que establece la diferencia entre la narrativa literaria y una simple crónica de hechos; que marca la diferencia entre lo normal y lo extraordinario: crear una obra literaria no consiste en contar una historia, sino en cómo se cuenta. Si de la prosa poética se dice que es un hermoso poema de un único y extenso verso; de la narrativa de María Gracia puede decirse que son relatos mágicos, o novelas espléndidas impregnadas con las esencias del cuento. Y esto lo hace la autora de manera intuitiva, genuina...; natural, como fluye el agua en los manantiales; como tenía que ser, porque no podía ser de otro modo.
Pero, ¡atención, amigos!, no todo es propicio en esta maravillosa novela que hoy presentamos; tiene una pequeña desventura: aquellos que la lean van a sentir el irresistible deseo de leer las restantes obras de la pentalogía de la que forma parte y, por las mismas razones, toda la espléndida obra de su autora, María Gracia.
Muchas gracias por vuestra atención, y ¡que sean muy felices!
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